Hasta hace unos años no se había aprovechado la importancia y el potencial turístico de nuestra ciudad, afortunadamente, las autoridades civiles de los tres niveles de gobierno han vuelto la mirada a Iguala, la inclusión dentro del programa de turismo estatal denominada “ruta del Jaguar” aunado a la inclusión de la promoción turística del estado como en la feria internacional del turismo desarrollado en España y la exitosa presentación de nuestra ciudad en programas de televisión nacional con repercusión internacional como lo fue “Guerrero Brilla” son solo unos ejemplos de los primeros impulsos serios de promover la afluencia turística a nuestra hermosa ciudad.
Ahora bien, como Igualtecos es imprescindible entender la importancia de esta nueva industria. Históricamente no hemos sabido aprovechar las oportunidades para consolidarnos como una de las ciudades más grandes e importantes de la república, desde la revolución de independencia el celo y el resentimiento que causo la no aceptación en su conjunto del Plan de Iguala puesto que las ideas generales de la Nueva España no era precisamente la implantación de un sistema de gobierno Monárquico sino una república aun no definida si central o federal, desemboco en un aislamiento y poco a poco se fue relegando a la ciudad hasta como la conocemos en la actualidad. Muchos historiadores reconocen la importancia que tuvo la ciudad en la época a tal grado de reconocerla como el centro de México, claro que no desde el punto de vista geográfico, si no desde el punto de vista político y social. Hacia la década de los setentas y ochentas del siglo pasado, el establecimiento de La Ciudad Industrial del Valle de Iguala tuvo su momento histórico y relevante, una importante inversión que significo un fracaso total por la falta de visión de gobernantes que nunca la complementaron con un abastecimiento lógico de agua y que se agravó por la insensibilidad de no preservar el ferrocarril e incluso sus propios terrenos que fueron a través del tiempo utilizados para zonas habitacionales y escolares.
Por otro lado, la desaparición del servicio del ferrocarril como ya lo hemos comentado en beneficio de flotillas importantes de tráiler y camiones y en perjuicio de toda la industria y comercio de Iguala represento un golpe bajo de las autoridades que relegaron a nuestra ciudad ha sucumbir en la peor crisis registrada en años, ya que aunado a esto, a principios de 1993 se vislumbraba la construcción de un mega proyecto carretero conocido como la autopista del sol que, aunque en un principio estaba trazada por nuestra ciudad, por presiones de Igualtecos e incluso algunas autoridades locales y estatales esta se desvió por Paso Morelos. Lógicamente que aunque celebrada en un principio esta determinación repercutió directamente en el progreso y desarrollo de nuestra ciudad que vio casi totalmente destruida una de las industrias más proliferas de la época: La restaurantera.
Pues bien, Hoy como nunca hemos comprendido claramente el futuro que nuestro pueblo debe tener, hemos perdido los motores más importantes de crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad, ya no tenemos servicio ferroviario que dicho sea de paso es un indicador indiscutible de prosperidad, hemos perdido nuestra Ciudad Industrial, la industria restaurantera, la del oro se tambalea y hasta hoy no queda más que el lógico comercio y una que otra empresa que por falta de competitividad relegan a los igualtecos a salarios muy bajos que en nada ayuda al progreso local.
Sin embargo, como lo hemos expresado anteriormente, hemos vuelto a la mirada a nuestra historia, nuestra rica y envidiable historia que a todos los igualtecos nos llena de orgullo y nos hace comprender que sin duda, es una verdadera mina de diamantes y que como un lugar fundamental en la historia de México es indispensable para nosotros y todos los mexicanos darla a conocer.
El turismo es la respuesta, es nuestro motor para el crecimiento y desarrollo, no nos queda nada más que eso.
Como podemos ver, urge explotar nuestra incipiente industria turística, se han dado hasta ahora importantes pasos para el logro de este objetivo, sin embargo, no es suficiente.
Iguala tiene las bases, todos aquellos elementos que son la escusa perfecta para visitarla la conforman todos y cada uno de los elementos históricos de repercusión nacional, iconos que identifican la localidad y se complementan con aquellos que la ciudad realiza con eventos como la feria a la bandera, la semana santa, el festival franciscano Yohuala y otros. Pero resulta necesariamente urgente y tomando en cuenta la promoción turística sin precedente que se da a la ciudad, lo que debemos entender como “diversidad de atractivos turísticos”, que no solo atraigan al turismo en días feriados sino permanentemente. Debemos lograr esos atractivos que fundamenten una nueva industria permanente y rentable además de que por supuesto no solo atraigan al turismo nacional sino internacional.
Un buen comienzo es el proyecto “vías Verdes” que permite más o menos desarrollar un turismo sustentable en las vías en desuso del ferrocarril, sin embargo el turismo ecológico a pesar de que va en crecimiento no es suficiente, como tampoco lo es el traer eventos esporádicos como la Nauticopa u otros atractivos, estos solo deben ser un complemento que de un "bum" al turismo en Iguala más no la base de atractivos pues estaríamos supeditados a lo que ofrecen foráneos y no la base turística de la ciudad.
La diversificación de atractivos turísticos en Iguala debe ser sustentada en nueva e importante infraestructura que complemente los atractivos históricos y que permita consolidar esta industria incipiente en nuestra hermosa ciudad, sin embargo, no es una tarea sencilla, se requiere de realizar estudios especializados que permitan identificar el mercado turístico que queremos atraer, por otro lado que nuevos atractivos debemos de crear y lo más importante, quien o quienes van a invertir.
Pues bien, aunque esto representa una tarea difícil no es imposible y más vale abrir bien la mente y entender que no tenemos otro camino más viable y sobre todo rentable que el turismo y que la tarea de diversificarlo es impostergable. Hoy en día, sería maravilloso observar en Iguala el parque acuático más grande de la república aprovechando por ejemplo la parte norte de la laguna de Tuxpan, en donde todos los visitantes más que por vanidad, con el calorcito de Iguala, por necesidad lucieran atractivos biquinis que atrajeran aún más turismo. Que más diéramos por visitar un mega zoológico (que en la actualidad son autosuficientes y ampliamente rentables) en la ciudad. Que les parecería disfrutar de un lugar exclusivo en un Resort de cinco estrellas, campo de golf, spa, teleférico y una vista hermosa de noche en donde desde la cima del cerro del Tehuehue admiráramos la ciudad y disfrutáramos al silencio más preciado notas mágicas robadas de un piano al estilo de Frederick Chopin degustando una copa de champagne en compañía del ser amado, es más, que les parecería la implantación de un carnaval en donde las escuelas de toda la ciudad se prepararan y elaboraran impresionantes tráileres alegóricos con bellas comparsas desfilando a través de nuestro flamante bulevar Iguala y lo disfrutáramos cómodamente sentados en gradas dispuestas en las vías laterales para un mejor confort de nuestros visitantes en donde con un toque característico de nuestra cultura y tradiciones estableciéramos un atractivo turístico más en Iguala.
Claro está que con la diversificación del turismo en nuestra localidad aún no es suficiente, la imagen urbana de Iguala debe consolidarse y promover la creación de áreas verdes por toda la ciudad reforestando además la periferia. Por si fuera poco necesitaríamos reforzar el elemento más importante que representa las bases para el mantenimiento y crecimiento del turismo en Iguala: La cultura turística, la cual debemos entenderla como un reconocimiento de nuestra historia y tradiciones acompañada con la adquisición de hábitos permanentes de limpieza y trato cordial a nuestros visitantes; después de todo, son ellos quienes mejoraran el nivel de vida de los Igualtecos, crearan empleos mejor remunerados y en general elevaran el nivel de vida que tanto hace falta a nuestra gente.
Busquemos pues diversificar nuestro turismo, la tarea no es fácil, pero es más que urgente.
Ahora bien, como Igualtecos es imprescindible entender la importancia de esta nueva industria. Históricamente no hemos sabido aprovechar las oportunidades para consolidarnos como una de las ciudades más grandes e importantes de la república, desde la revolución de independencia el celo y el resentimiento que causo la no aceptación en su conjunto del Plan de Iguala puesto que las ideas generales de la Nueva España no era precisamente la implantación de un sistema de gobierno Monárquico sino una república aun no definida si central o federal, desemboco en un aislamiento y poco a poco se fue relegando a la ciudad hasta como la conocemos en la actualidad. Muchos historiadores reconocen la importancia que tuvo la ciudad en la época a tal grado de reconocerla como el centro de México, claro que no desde el punto de vista geográfico, si no desde el punto de vista político y social. Hacia la década de los setentas y ochentas del siglo pasado, el establecimiento de La Ciudad Industrial del Valle de Iguala tuvo su momento histórico y relevante, una importante inversión que significo un fracaso total por la falta de visión de gobernantes que nunca la complementaron con un abastecimiento lógico de agua y que se agravó por la insensibilidad de no preservar el ferrocarril e incluso sus propios terrenos que fueron a través del tiempo utilizados para zonas habitacionales y escolares.
Por otro lado, la desaparición del servicio del ferrocarril como ya lo hemos comentado en beneficio de flotillas importantes de tráiler y camiones y en perjuicio de toda la industria y comercio de Iguala represento un golpe bajo de las autoridades que relegaron a nuestra ciudad ha sucumbir en la peor crisis registrada en años, ya que aunado a esto, a principios de 1993 se vislumbraba la construcción de un mega proyecto carretero conocido como la autopista del sol que, aunque en un principio estaba trazada por nuestra ciudad, por presiones de Igualtecos e incluso algunas autoridades locales y estatales esta se desvió por Paso Morelos. Lógicamente que aunque celebrada en un principio esta determinación repercutió directamente en el progreso y desarrollo de nuestra ciudad que vio casi totalmente destruida una de las industrias más proliferas de la época: La restaurantera.
Pues bien, Hoy como nunca hemos comprendido claramente el futuro que nuestro pueblo debe tener, hemos perdido los motores más importantes de crecimiento y desarrollo de nuestra ciudad, ya no tenemos servicio ferroviario que dicho sea de paso es un indicador indiscutible de prosperidad, hemos perdido nuestra Ciudad Industrial, la industria restaurantera, la del oro se tambalea y hasta hoy no queda más que el lógico comercio y una que otra empresa que por falta de competitividad relegan a los igualtecos a salarios muy bajos que en nada ayuda al progreso local.
Sin embargo, como lo hemos expresado anteriormente, hemos vuelto a la mirada a nuestra historia, nuestra rica y envidiable historia que a todos los igualtecos nos llena de orgullo y nos hace comprender que sin duda, es una verdadera mina de diamantes y que como un lugar fundamental en la historia de México es indispensable para nosotros y todos los mexicanos darla a conocer.
El turismo es la respuesta, es nuestro motor para el crecimiento y desarrollo, no nos queda nada más que eso.
Como podemos ver, urge explotar nuestra incipiente industria turística, se han dado hasta ahora importantes pasos para el logro de este objetivo, sin embargo, no es suficiente.
Iguala tiene las bases, todos aquellos elementos que son la escusa perfecta para visitarla la conforman todos y cada uno de los elementos históricos de repercusión nacional, iconos que identifican la localidad y se complementan con aquellos que la ciudad realiza con eventos como la feria a la bandera, la semana santa, el festival franciscano Yohuala y otros. Pero resulta necesariamente urgente y tomando en cuenta la promoción turística sin precedente que se da a la ciudad, lo que debemos entender como “diversidad de atractivos turísticos”, que no solo atraigan al turismo en días feriados sino permanentemente. Debemos lograr esos atractivos que fundamenten una nueva industria permanente y rentable además de que por supuesto no solo atraigan al turismo nacional sino internacional.
Un buen comienzo es el proyecto “vías Verdes” que permite más o menos desarrollar un turismo sustentable en las vías en desuso del ferrocarril, sin embargo el turismo ecológico a pesar de que va en crecimiento no es suficiente, como tampoco lo es el traer eventos esporádicos como la Nauticopa u otros atractivos, estos solo deben ser un complemento que de un "bum" al turismo en Iguala más no la base de atractivos pues estaríamos supeditados a lo que ofrecen foráneos y no la base turística de la ciudad.
La diversificación de atractivos turísticos en Iguala debe ser sustentada en nueva e importante infraestructura que complemente los atractivos históricos y que permita consolidar esta industria incipiente en nuestra hermosa ciudad, sin embargo, no es una tarea sencilla, se requiere de realizar estudios especializados que permitan identificar el mercado turístico que queremos atraer, por otro lado que nuevos atractivos debemos de crear y lo más importante, quien o quienes van a invertir.
Pues bien, aunque esto representa una tarea difícil no es imposible y más vale abrir bien la mente y entender que no tenemos otro camino más viable y sobre todo rentable que el turismo y que la tarea de diversificarlo es impostergable. Hoy en día, sería maravilloso observar en Iguala el parque acuático más grande de la república aprovechando por ejemplo la parte norte de la laguna de Tuxpan, en donde todos los visitantes más que por vanidad, con el calorcito de Iguala, por necesidad lucieran atractivos biquinis que atrajeran aún más turismo. Que más diéramos por visitar un mega zoológico (que en la actualidad son autosuficientes y ampliamente rentables) en la ciudad. Que les parecería disfrutar de un lugar exclusivo en un Resort de cinco estrellas, campo de golf, spa, teleférico y una vista hermosa de noche en donde desde la cima del cerro del Tehuehue admiráramos la ciudad y disfrutáramos al silencio más preciado notas mágicas robadas de un piano al estilo de Frederick Chopin degustando una copa de champagne en compañía del ser amado, es más, que les parecería la implantación de un carnaval en donde las escuelas de toda la ciudad se prepararan y elaboraran impresionantes tráileres alegóricos con bellas comparsas desfilando a través de nuestro flamante bulevar Iguala y lo disfrutáramos cómodamente sentados en gradas dispuestas en las vías laterales para un mejor confort de nuestros visitantes en donde con un toque característico de nuestra cultura y tradiciones estableciéramos un atractivo turístico más en Iguala.
Claro está que con la diversificación del turismo en nuestra localidad aún no es suficiente, la imagen urbana de Iguala debe consolidarse y promover la creación de áreas verdes por toda la ciudad reforestando además la periferia. Por si fuera poco necesitaríamos reforzar el elemento más importante que representa las bases para el mantenimiento y crecimiento del turismo en Iguala: La cultura turística, la cual debemos entenderla como un reconocimiento de nuestra historia y tradiciones acompañada con la adquisición de hábitos permanentes de limpieza y trato cordial a nuestros visitantes; después de todo, son ellos quienes mejoraran el nivel de vida de los Igualtecos, crearan empleos mejor remunerados y en general elevaran el nivel de vida que tanto hace falta a nuestra gente.
Busquemos pues diversificar nuestro turismo, la tarea no es fácil, pero es más que urgente.
Por amor al pueblo.